lunes, 8 de abril de 2013

Los Croods, ¿branded content para padres?


Hace unos días llevé a mi hijo a ver la última película de la factoría Dreamworks, The Croods, y cual fue mi sorpresa al identificar el mensaje del film con muchas de las reflexiones que estamos compartiendo con vosotros en ShotWords. 

Resumo brevemente el argumento: la familia Croods es la única superviviente en una tierra volcánica hostil, plagada de peligros y extrañas criaturas que luchan por sobrevivir al igual que ellos. Su padre, Grug,  les ha mantenido a salvo gracias a sus miedos y su falta de riesgo y creatividad, encerrándoles en una caverna día y noche de la que solo salen para cazar. El problema es que la hija adolescente, Eep, empieza a hacerse preguntas. ¿Qué habrá más allá de este desierto? ¿Existirá una forma de mantener la luz en esta oscura caverna una vez que el último rayo de sol se oculte? ¿Por qué es tan malo y peligroso lo nuevo? ¿Por qué hay que tener miedo? Estas preguntas, que se repiten constantemente en el film, son respondidas por su padre siempre a través de un cuento que les dibuja en las paredes de piedra de su caverna y que comparten la misma moraleja: lo nuevo y desconocido solo trae la muerte.

Todo cambia cuando una noche  Eep ve un resplandor y decide salir de la cueva para descubrir qué es. Se trata del fuego, concretamente una antorcha que porta Guy, un huérfano de su misma edad que ha sobrevivido en ese peligroso mundo gracias a su creatividad e ingenio, que le ha llevado a convertirse en actor, narrador e inventor de curiosos prodigios. Guy ha visto como el mundo que conocen se está resquebrajando a consecuencia de una serie de seismos y la invita a acompañarlo en su peligroso viaje hasta el punto más alto de aquellas tierras, un lugar desde donde se alcanza a tocar el sol.


El padre no cree al joven, al que mira con recelo, y se niega rotundamente a abandonar su oscura caverna, el único lugar en el que se siente capaz de proteger a su familia. Pero cuando Grug pierde su hogar a consecuencia de uno de esos vaticinados terremotos, se ve forzado a dejar el único mundo que conoce. Con su familia a cuestas se aventura con Guy, al que hace prisionero, en ese mundo volátil en busca de un nuevo hogar. Esta búsqueda peculiar, imaginativa y extraña está en contradicción con la dependencia de Grug a las tradiciones del pasado. Poco a poco la familia al completo se va dejando seducir por la imaginación de Guy y el padre tendrá que aceptar que la desbordante creatividad del joven es la que ahora les mantiene con vida.

Conclusión: nos encontramos ante un film que nos hace seguir los pasos de la primera familia moderna del mundo. Cuando la caverna que siempre ha sido su hogar es destruida los Croods descubren a lo largo de un viaje por peligroso senderos y aderezado con importantes choques generacionales, un increíble futuro que supera cuanto habían imaginado. Lo nuevo, finalmente, resulta ser mucho mejor que lo viejo. Pero hay más, ese nuevo mundo solo se conquista a través de la creatividad que encierran los mil y un inventos de Guy.


El film, que claramente va dirigido a los padres y no a sus hijos, obliga a reflexionar sobre el momento crítico en el que nos encontramos: lo nuevo (digital) lucha por vencer a lo viejo (analógico). La película me pareció un brand content en toda regla, auspiciado no por una empresa en concreto (Appel, Microsofft o incluso Google) sino quizá por toda una nueva industria que puja por lograr el liderazgo mundial, la industria tecnológica de la que EEUU está a la cabeza. 

Grug y Guy, lo viejo y lo nuevo, el padre y el hijo, son los representantes de estas dos fuerzas enfrentadas, la de los dinosaurios que ven el cambio con temor frente a una nueva generación de creadores freakies representados en la figura de Guy que conquista a todos con sus creativos inventos. Eep sigue al joven hasta enamorarse de él, en una clara alegoría de las nuevas generaciones amantes de los avances tecnológicos, y acaba por atraer a su padre hacia la luz. Esto me recordó al sector editorial, por eso no es tan descabellado hablar del film en esta entrada de los lunes, dirigido por dinosaurios que se resisten al cambio y que lentamente van siendo arrastrados hacia la luz como consecuencia de los gustos de las nuevas generaciones, esa luz que está en la tablet o el ebook y sus increíbles prodigios. 


Me llamó la atención que Guy no solo es un creativo inventor sino también un imaginativo narrador. En varias ocasiones se convierte en actor que interpreta sorprendentes papeles y protagoniza increíbles relatos que él mismo inventa para sortear los peligros. Moraleja: la juventud ha de ser creativa si quiere sobrevivir en el mundo del mañana, algo que lamentablemente no se está potenciando ni desde las escuelas ni desde los hogares españoles. 

La importancia que se le da en el film al "como" contar una historias va en la misma línea. Los cuentos de Grug con los que trata instruir a su familia están narrados sin originalidad, de forma lineal y con simbólicos dibujos hechos a mano en la pared, mientras que los de Guy son todo un despliegue de medios técnicos. Son historias coloristas y dinámicos, donde el joven se salta todas las reglas para propiciar a la familia una experiencia única, en lugar de que sean meros espectadores de lo narrado.

¿No es de todo esto de lo que venimos hablando en ShotWords? Quizá es que yo estoy obsesionada, no lo sé. Os invito, como siempre, a juzgar por vosotros mismos y que lleguéis a vuestras propias conclusiones. 

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