viernes, 28 de junio de 2013

Hijos de Mary Shelley

El 16 de junio de 1816, un grupo de escritores legendarios jugaron a inventar cuentos de terror alrededor de la chimenea en el salón de Villa Diodati, junto al lago Leman. De allí surgió, engendrada en la mente de la única mujer presente, Mary Shelley, la más desgarrada historia de soledad y amor que ha dado la literatura mundial: Frankenstein. Muchos han sido los intentos de repetir aquella noche irrepetible. El último de ellos se llama Hijos de Mary Shelley”.

Esta sugerente locución nos sirve de guía para una primera inmersión en la aún más sugerente web hijosdemaryshelley.com, un portal con un diseño muy cuidado tanto a nivel visual como sonoro, y que transporta al visitante a un mundo especial. 

Se trata de un proyecto difícil de catalogar: un colectivo de creadores, una plataforma multidisciplinar construida en torno a la literatura fantástica y de terror. La iniciativa surge en 2010, con la Feria del Libro de Zaragoza como telón de fondo, a raíz de un evento a medio camino entre la performance escénica y la narración oral, y cuyo hilo conductor fue el tema del viaje en el tiempo. Dicha velada inspiraría después la antología de relatos “Cronotemia y otras historias de viajeros del tiempo”, una edición para coleccionistas con una tirada de apenas 1000 ejemplares.

Posteriormente, animados por el mismo espíritu, han visto la luz “Sukram, espectros, zombis y otros enamorados” (sobre el amor más allá de la muerte) o “La soledad es el hogar del monstruo”. En estos volúmenes de cuentos han participado autores de la talla de Espido Freire, R. Menéndez Salmón, Vanessa Montfort, Félix J. Palma, etc.

El responsable intelectual (y editor) de todo este caudal creativo es el escritor Fernando Marías, también pionero a la hora de explorar la narrativa transmedia e integrar la tecnología en la obra literaria. Su última novela, “El silencio se mueve”, incluye relatos, blogs, un cómic y hasta un número de teléfono al que llamar para obtener más información sobre el protagonista.

Igual que el monstruo Frankenstein, actualización del mito prometeico, Hijos de Mary Shelley nace de la sinergia: la unión artificial de varias partes a las que se insufla el chispazo de la vida, dando lugar a un todo superior. La idea en este caso es complementar y enriquecer la literatura tradicional con nuevas fórmulas y soportes: cine, teatro, música, fotografía, literatura virtual… 

Así, navegando por la web, el visitante puede topar con la nana de la sirena negra, el rap de JohnKeats o un curioso relato interactivo que fluye a través de los pasillos de un hotel (sólo para auténticos cinéfilos: ¡ojo al dibujo de las paredes!).

Hijos de Mary Shelley es sin duda un proyecto experimental y romántico, en el sentido decimonónico del término, pero, ¿cuál no lo es cuando está dando sus primeros pasos? Desde Shotwords les deseamos suerte y aprovechamos para anunciar una próxima entrevista con Espido Freire, que lanzaremos en algún momento a lo largo de julio o agosto.

Y por último, sólo nos queda colgar el letrero vacacional: NO NOS VAMOS, PERO HASTA SEPTIEMBRE BAJAMOS EL RITMO A UNA ENTRADA SEMANAL, ¡QUE LA TRANSMEDIA OS ACOMPAÑE ESTE VERANO!

miércoles, 26 de junio de 2013

These pages fall like ash

En esta bitácora de ShotWords hemos tratado de aproximarnos a las nuevas formas de narrar historias, vengan de donde vengan. Y hoy vamos a traer hasta ustedes, amables lectores y visitantes, una experiencia narrativa que por su especial concepción y características únicas, a mitad de camino entre la ciberliteratura y la literatura clásica, es un exponente fascinante de narrativas transmedia. Una experiencia narrativa que por su originalidad, debo confesar, me ha impresionado como pocas.

El pasado 20 de abril, en la ciudad inglesa de Brístol, se ha desarrollado un evento narrativo único titulado “These pages fall like ash”. Partiendo de una idea original de Tom Abba, Doctor de la UWE de Bristol especialista en teoría narrativa, y de Duncan Speakman, miembro fundador del colectivo internacional de artistas Circumstance, y con la colaboración de autores de la talla de Neil Gaiman,  “These pages fall like ash” cuenta una historia de dos ciudades que coexisten en el mismo espacio y el mismo tiempo, pero que están en distintos mundos. Una historia que el lector, por llamarlo de una forma que todos comprendamos, descubrirá a través de dos fuentes distintas. La primera serán dos hermosas libretas con tapas de madera que se adquieren al comprar la “entrada” para participar en el evento. La segunda a través de una aplicación para el teléfono inteligente o la tableta, y que permitirá al participante descubrir textos ocultos a lo largo y ancho de la ciudad a medida que el lector/espectador/jugador vaya recorriendo la misma a su aire, sin un orden necesario, haciendo así que la experiencia, que duró tres semanas, sea única.


These Pages Fall Like Ash from Benjie Croce on Vimeo.

These pages fall like ash” ha sido escrito y diseñado para que el lector de toda la vida siga leyendo como siempre lo ha hecho, en solitario, pero invitándole a descubrir que el mundo real que le rodea es un soporte más sobre el que se escribe la historia que está leyendo. Se invita al lector a participar en la historia que está leyendo, ya sea sacando fotos de los lugares que visita o tomando notas, acciones todas estas que condicionaran el final de la misma. Una historia que nace en un libro pero que se escapa de sus fronteras físicas. Un paso más allá en el concepto de transmedia.

Llegados a este punto en ShotWords nos preguntamos donde está la auténtica frontera, hasta donde podemos llegar como narradores en un mundo en el que los medos digitales lo han cambiado todo para siempre. Hasta qué punto los consumidores de historias, ya sean lectores o espectadores, están realmente preparados para disfrutar de una experiencia como esta.

Como creo que es evidente, sobre todo tras las cincuenta y seis entradas de esta bitácora, con sus cerca de cuarenta mil palabras, en ShotWords apostamos por un público inteligente. Un público que está preparado para  disfrutar de experiencias como “These pages fall like ash”.


De corazón esperamos que, cuando pase el verano y anunciemos el proyecto en el que hemos estado trabajando desde que nació ShotWords, el público encuentre en él una respuesta satisfactoria a la necesidad de nuevas formas de contar historias. Buenas historias. No es otra nuestra intención.

lunes, 24 de junio de 2013

Plot 28, la ficción total ya está en España

Plot 28 es el primer universo transmedia que se ha creado en España empleando el nuevo formato Ficción Total. Estos es, una manera de navegar por la ficción a través de múltiples géneros, dispositivos, juegos y pantallas en los que ninguno de sus contenidos es redundante y todo está relacionado con una historia común.

Ficción Total es un nuevo formato que sus primeros desarrolladores en España,  Agustín Serra y Hernán Ruiz han creado para zambullirse en los desafíos narrativos que depara la tecnología a la manera de narrar que se augura para el siglo XXI. “Múltiples universos diegéticos inmersivos, interconectados, inacabados y/o clausurados a la vez”, explican ellos, especialmente interactivos y hechos para reflexionar y expandirse abriendo más y más puertas cada vez.  

El argumento es el siguiente: una historia de amor acaba desvelando una trama de conspiraciones y oscuros intereses entre las exposiciones universales y las grandes corporaciones privadas. Como telón de fondo, la Expo del Agua 2008 (Zaragoza, España) que sirve para dar cobijo a este entramado de corrupción urbanística en la que unos pocos mueven los hilos para que otros muchos suframos las consecuencias, más o menos nuestra realidad actual. La protagonista llama a la Resistencia, con mayúsculas, esa que en nuestro país nunca acaba de cuajar en los últimos tiempos…

Al más puro estilo de novela negra de los años 40, la protagonista se implica por casualidad, cuando entrevista a Damián Forcés, el último hortelano que aún vive en los terrenos donde se ubicará la Expo de Zaragoza, a día de hoy un gran gigante abandonado y que no se ha rentabilizado en absoluto. 

La entrevista nunca se emitió al aparecer muerto el entrevistado en su parcela, Plot 28. Cuatro años más tarde, un falso documental descubre el extraño caso en una combinación de ficción y realidad. Dos días antes de morir en extrañas circunstancias el autor del documental envía a la protagonista del relato “La Caja 28”, con lo que parece ser una novela, un pendrive con 28 carpetas encriptadas y materiales originales que utilizó para su extraño documental. 

Y a partir de aquí, el universo, que no es más que un trabajo de periodismo independiente de investigación que pretende sacar a la luz uno los casos más oscuros y complejos de nuestra sociedad, una trama bastante sesuda y que uno se puede descargar por 9.9 en el Apple Store a modo de aplicación que conforman una serie de relatos en distintos formatos (novela, blog, web, bitácora) y que todos juntos llevan a comprender la totalidad del entramado corrupto que nos gobierna.

El universo posee un marcado pensamiento crítico y un fuerte deseo de mover conciencias, ya que la historia se desarrolla al final del ciclo expansivo del transcapitalismo neoliberal que culmina con la quiebra de Lehman Brothers el día que la Expo cierra sus puertas, para dar paso a la crisis que nos devora.

Es quizá lo sesudo de la trama y lo poco atractivo de sus formatos, poco lúdicos y visuales en general, lo que a nuestro entender no ha permitido que Plot 28 acabe de cuajar. Hay que ser muy conscientes a la hora de entrar en estas formas narrativas quién es nuestro público objetivo, a quién nos dirigimos y si es consumidor de narrativa transmedia. Nos guste o no, la transmedia sigue siendo el caldo de cultivo del género fantástico y de aventura y el uso de las nuevas tecnologías y la multipantalla tiene aún un target de edad muy bajo y un perfil al que a grandes rasgos no le interesa el periodismo de investigación.

Amén, claro está, de que los universos transmedia deben ir acompañados de una rotunda y contundente campaña publicitaria como solo los americanos saben hacer y, al menos el doble de costosa logística, creativa y económicamente hablando que el universo en sí.

Entre los servicios de los que se vale este universo para ser contado vuelve a estar Apple, como también lo estaba en APP, el film que reseñábamos el lunes pasado y que se sirve de la segunda pantalla para narrar. Sin duda es este gigante el que mejor se está posicionando en esta nueva forma de negocio, la narrativa inteligente del siglo XXI y que está llamada a hacernos más y más dependientes y consumidores de las nuevas tecnologías.

Bajo licencia Creative Commons, en la web principal del proyecto se puede saber todo acerca de él. El desarrollador es British Broadminded Dreams, empresa con sede en Zaragoza y que se ha servido de este universo para echar a andar. En su web http://ficciontotal.com sus creadores nos explican qué esperan conseguir con todo esto de la Ficción Total como nueva forma narrativa.

Les deseamos toda la suerte del mundo y que logren abrir “las puertas” para que esta nueva forma de narrar se asiente en nuestro país.