Prácticamente
todos los lectores que vivimos nuestra infancia en los años 80 recordaremos,
casi con total seguridad, aquellos libros de la serie “Elige tu propia aventura”
que publicó la editorial catalana Timun Mas. En ellos el joven lector tomaba
una parte activa en la lectura de la historia determinando con sus decisiones
el final de la historia. Estos libro-juego era un primitivo ejercicio de
hiperficción explorativa, una de las variantes de la narrativa hipertextual.
Con unos medios primitivos y sencillos se lograba la interacción entre el
lector y la narración. Así, casi sin quererlo, esos libros se convirtieron en
los pioneros de un futuro que ya es hoy.
Y
es que en estos tiempos que corren, en los que la tecnología ha cambiado la
forma concebir el ocio, la interactividad es un requisito casi indispensable en
las nuevas formas de ocio. Y la literatura no puede ser menos. Sin que esto
suponga que las formas tradicionales de narrativa vayan a desaparecer, si es
cierto que hay que adaptar la forma de contar historias a los avances tecnológicos.
Los dispositivos móviles e internet
permiten un nivel de interacción nunca antes visto. La inmediatez es un
hecho, y los autores de narrativa, los creadores de narraciones sea cual sea el
formato, que quieran evolucionar con los tiempos tienen que ser conscientes de
ello.
Como
no, el mundo de los videojuegos va un paso por delante. En 2010 el estudio de
desarrollo Quantic Dreams sacó al mercado el videojuego Heavy Rain. Heavy Rain,
uno de los títulos más elogiados de los últimos años, no es un videojuego al
uso. Tal y como lo definieron sus creadores es una película interactiva, un
brillantísimo thriller en el cual el espectador es, a su vez, protagonista y
narrador. Como en aquellos libros de “Elige tu propia aventura” el jugador
decide el destino y acciones de los protagonistas de la historia, la cual
variará según como actúe el espectador/jugador. En Heavy Rain, una maravilla gráfica,
con una banda sonora espectacular y un guion absolutamente brillante, se
mezclaron de forma perfecta los lenguajes propios del cine y la literatura con
el elemento lúdico. Interacción en estado puro. Auténtica hiperficción
explorativa. Una joya de videojuego. Si usted no conoce todavía la historia del
asesino del origami, amable lector, debería hacerlo. Imprescindible.
Volviendo
al principio de la entrada, la narrativa hipertextual no es algo de un futuro,
es ya el presente. Un presente que cualquier narrador que se precie tiene al
menos que conocer. En ShotWords pretendemos seguir contando buenas historias,
puesto que esta es la única “obligación” del narrador, pero lo hacemos aprovechando
todas y cada una de las herramientas tecnológicas que tenemos a nuestro
alcance. Y, aunque nuestro camino marcha hacia el futuro, siempre es bueno
mirar la vista atrás para recordar a aquellos pioneros que casi sin darse
cuenta dibujaron nuevos caminos para la narrativa. Sirvan estas líneas de
homenaje a los narradores que concibieron y escribieron aquellos “Elige tu
propia aventura” de nuestra niñez.
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